El mensaje a la Nación del Presidente Martín Vizcarra ha sorprendido a propios y ajenos. Desde la derecha más conservadora, a esta hora ya se escuchan reacciones destempladas que anticipan momentos duros de confrontación. El fujimorismo no está del lado de ninguna reforma que beneficie a las mujeres, la justicia o la igualdad; por lo cual es de esperarse que desde el Congreso le declaren la guerra a las reformas anunciadas. Por el lado del espacio liberal y hacia la izquierda, se ha recibido de buena gana la propuesta de un referéndum que le entregue a la ciudadanía la decisión sobre la reelección de congresistas, el financiamiento privado de campañas electorales y el retorno a la bicameralidad, eliminada por la Constitución de 1993.

En cuanto a la no- reelección de congresistas, la medida está destinada a evitar tener Vitochos, Galarretas, Mulders, Alcortas; figuras eternizadas en nuestro Parlamento y que poco aportan en el Poder Legislativo. Sin embargo, es importante mencionar que así como existen Becerriles y Mamanis, también hay figuras que merecerían continuar - si así lo quisieran -, hablamos de Gino Costa, Alberto de Belaúnde, Marisa Glave e Indira Huilca, entre otros y otras. El trabajo en los partidos políticos es fundamental para evitar mamarrachos de candidatos. Una mejor formación política y unas elecciones internas con los mejores cuadros, resultarán en un mejor Congreso.

En cuanto a la Bicameralidad, esta reforma ha sido ampliamente discutida por diversos constitucionalistas y parece ser necesaria para tener un mejor balance y un proceso de toma de decisiones más maduro. Es claro que la forma en que el Congreso está organizado actualmente no funciona, el 12% de aprobación (Ipsos, Julio de 2018) así lo demuestra. Finalmente, la prohibición del financiamiento privado colocará al Estado como protagonista del financiamiento de campañas. Podrían venir campañas más austeras y con mecanismos creativos de financiamiento ciudadano, para lo cual también tendrán que trabajar los partidos políticos.

Una nota aparte merecen las menciones al indispensable enfoque de igualdad de género y al feminicidio. Pese al entusiasmo que ha desatado entre mis compañeras feministas, creo que desde la ciudadanía corresponde ser muy vigilantes por la implementación concreta del enfoque en la curricular escolar. La facción sectaria y radical que conforma el grupo “Con mis hijos no te metas” ya manifestó estar decepcionada del Presidente de la República. ¡Buen trabajo, Presidente!

En varios momentos del discurso, el Presidente Vizcarra golpeó duramente al Congreso de la República, en particular a su mayoría fujimorista. La mención a la emblemática salita del SIN corazón de la toma de decisiones del régimen del dictador, no debe haberle gustado mucho a Luz Salgado, asidua visitante, o a Martha Chávez. Si en los próximos días y semanas comienzan a cristalizarse los anuncios y reformas en los mismo términos declarados hoy, esto significaría un parte-aguas con el fujimorismo. ¿Cómo salir de esta situación de enfrentamiento con la fuerza número uno? Al parecer, el Presidente Vizcarra ha decidido ponerse al hombro a la ciudadanía, y no podría haber mejor momento para ello. La indignación es general y la movilización continuará, si es necesario, en apoyo de las medidas que se necesiten para salir de este marasmo. La oportunidad es ahora y los cambios deben ser profundos y radicales. Nada cambiará si nos embarcamos en reformas parciales e incompletas. El expresidente Kucszinzky no entendió esto último y le costó ver este mensaje por televisión. Esperemos, por el bien del país, que el camino que Vizcarra ha emprendido hoy llegue hasta el 2021.